Nacida en Figueres una noche soleada, no me decidía entre ser juez o química, de modo que escogí mi gran pasión: el dibujo; y con él, la ilustración. Formada en diseño gráfico en la Escuela Eina y después especializada en ilustración en La Llotja de Barcelona, en el mítico edificio de la calle Aviñó, donde lo ví todo claro. O casi todo.
Me sirvo de un estilo malicioso, trabajado y colorido que muta y se adapta. Entre otras cosas he ilustrado cuentos, revistas, libros de texto y cualquier propuesta interesante que se me ha cruzado, sobretodo de ámbito infantil y juvenil. Actualmente vivo y trabajo desde mi Empordà natal. Cuando me llaman para un nuevo proyecto pego un bote y hago un baile nunca visto. Cada vez.